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lunes, 13 de mayo de 2013

500 KMS POR EL PREPIRINEO OCCIDENTAL. ABRIL 2013. DÍA 3

DÍA 3. MUERDE LA REINA - MOURIÑO DE GÁLLEGO. 130 kms

Me levanté bastante fatigado, especialmente de brazos y manos. El cuerpo se programa según lo que le dicte el cerebro y este último día noté un bajón físico. Quedaba trabajo por hacer hasta llegar al coche, pero lo haría a bajo ritmo.



Tenía interés en explorar una larga senda cerca de Gonlás y ese se convirtió en el principal objetivo de la jornada. Primero avancé por rectos caminos de la Canal de Betún, y una vez pasado un pueblo llamado Viernes, volví a los empinados caminos forestales.


Subir y bajar por ellos fue lo más divertido que hice ese lunes. Me desconcentré, perdí el rumbo de la senda deseada, y en una pista inacabable acabé topándome con una cuadrilla de peones dirigidos por dos guardias forestales.

Ejem, creo que me he perdido. ¿Es esto la sierra de Santo Modingo?
La sierra es esa que tienes ahí mismo.
¿Puedo tirar a la derecha por el siguente cruce, ese de ahí delante?
No, es un camino restringido, como la mayoría de los que hay en la zona. Puedes seguir recto por aquí hasta la nacional, aunque es una lástima, ya que es todo asfalto. Puedes volver por donde has venido e irte hacia Hiel, allí los caminos están abiertos al tráfico.


El agente me dio muy buena información, y lo ideal habría sido ir hacia Hiel, pero ya no me quedaban ganas. En casa tenía interesantes tracks de esa zona precisamente, pero no los había cargado, así que me fui hacia la general para rodear la zona donde había encontrado a los guardias y reeengancharme al track más adelante, cosa que no sucedió hasta más allá de Villalengua. En la zona encontré este refugio, abierto, impecable y justo al lado de un arroyo.


Igualmente encontré muchas señales de prohibición, y como la ruta no aportaba gran cosa, decidí no arriesgrame más. Improvisé una ruta por carreteras terciarias hasta cerca de Anzánigo (tal vez os suene este nombre por tener un camping motero) y más tarde por pistas hacia los Llanos de Rigolos, previo paso por la foz de Falete:




Desde las alturas contemplé la zona, al otro lado del río Gállego, donde había comenzado mi aventura dos días antes.

Una visita fugaz al castillo y ermita de Marcuello, donde puede decirse que acaba el Prepirineo y empiezan las llanuras de la depresión del Ebro. 


  Más pistas hasta el castillo de Loarre y algún barranco intrascendente hasta Mouriño,

 a donde llegué poco después de las 3 de la tarde.

El último día de viaje suele ser triste y este no lo fue menos que otras veces. Con pocas fuerzas y poca acción, no fueron muchas las emociones vividas. Tras 500 kms de moto no quedaba nada más que un plácido viaje en coche hasta casa para descansar y preparar la siguiente escapada. Fin.


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