PIRINEOS JUNIO 2013 DÍA 2. 150 KMS
Empezamos la segunda y última jornada con un
desayuno pantagruélico. Nuestros anfitriones nos cebaron con mil y una
viandas, y algunos incluso manifestaron su manifiesta incapacidad de
ponerse a los mandos de una moto tras semejante banquete.
Algo más tarde, mientras los más lentos saldaban cuentas con los posaderos, el resto nos fuimos reuniendo en la gasolinera.
La Husa de Aleix volvió a dar guerra, no solo le supuraba el líquido del embrague, ahora también perdía refrigerante. Enseguida se dispusieron no menos de cinco personas a solucionar la avería.
Mientras tanto, Bender les daba la brasa a unos desprevenidos motoristas locales que por allí pasaban.
Al final la avería resultó ser una chorrada, lo que nos lleva a pensar que seguramente aquella era simplemente la coartada que buscaba Aleix para volverse a casa en grúa y ahorrarse la paliza del segundo día en moto.
Solventado el incidente, nos encaminamos hacia el riuet del Port d'Ereta, donde celebramos el ya habitual concurso de chapoteos.
Andr1u se estrenaba en el lugar,
al igual que Xavi.
Luego pasaron los más veteranos, que saben hasta donde se esconden los salmones.
De Pere no hay foto, pero Dani un poco más y moja, para que todo quedese en familia.
Al final, Bender se alzó con el galardón de mayor chapoteador, que tío.
Y desde el riuet nos fuimos hacia otros cerros desconocidos.
sacando partido del encanto del deshielo para hacernos unos bonitos retratos primaverales.
Claro que siempre hay individuos con una sensibilidad paisajística nula, que solo piensan hacer el tonto con el gas en cuanto se despeja el terreno, como por ejemplo, lo habréis adivinado seguro, el Moncu,
y también el Macarrón. Son de lo que no hay.
Una vez conectamos con el asfalto, Bender optó por llegar al siguente punto de encuentro por lo negro, mientras que el resto nos encaminamos hacia el siguiente trecho offroad.
Una vez se acabó la pista, continuamos por la pradera primero probando suerte con las diferentes veredas abiertas por el ganado, y después zigzagueando por un bosquecillo.
Finalmente, alcanzamos nuestro objetivo:
ç
La verdad es que llegar hasta allí no nos había costado mucho, el avance había sido siempre sobre una meseta. Lo exigente de veras venía a continuación, un descenso sin descanso, largo y empinado. Para empezar, hubo que circular bosque a través unos centenares de metros hasta encontrar algo parecido a una senda.
En su primer tercio el sendero estaba bastante perdido, luego ya mejoró.
La parte final de la bajada consistía en una sucesión de zetas, alguna bastante complicada, donde Pere sufrió una pájara y hubo que echarle una manita con su 250.
Los que íbamos más retrasados, una vez acabado el descenso, optamos por ir directamente hasta el pueblo X, donde Bender nos esperaba desde hacía horas.
Los más rápidos tomaron la delantera y ya no volvimos a verlos. El resto optamos por un retorno suave, con las típica ascensión a Cerverpuig.
y la habitual parada en el lago próximo, donde nos retratamos y echamos un trago.
En la siguiente población importante paramos a comer y a ver las últimas vueltas de motoGP. Alguno hasta se echó una cabezadita.
Y después vuelta por la zona del port del Canuto probando algunas pistas nuevas, donde andr1u acabó prácticamente sin frenos a causa de un retén de horquilla reventado y líquido del freno trasero casi en ebullición. Hubo suerte y pudo llegar hasta el asfalto sin mayor contratiempo.
En general el tiempo nos respetó, las averías mecánicas fueron leves y nadie se hizo daño. No hubo golpes serios, aunque probablemente Pere se situó muy alto en el ránking de caídas acumuladas en 48 horas, menos mal que es un tipo con muy buen humor y supo llevarlo bien. Y eso fue todo. Fin.
Algo más tarde, mientras los más lentos saldaban cuentas con los posaderos, el resto nos fuimos reuniendo en la gasolinera.
La Husa de Aleix volvió a dar guerra, no solo le supuraba el líquido del embrague, ahora también perdía refrigerante. Enseguida se dispusieron no menos de cinco personas a solucionar la avería.
Mientras tanto, Bender les daba la brasa a unos desprevenidos motoristas locales que por allí pasaban.
Al final la avería resultó ser una chorrada, lo que nos lleva a pensar que seguramente aquella era simplemente la coartada que buscaba Aleix para volverse a casa en grúa y ahorrarse la paliza del segundo día en moto.
Solventado el incidente, nos encaminamos hacia el riuet del Port d'Ereta, donde celebramos el ya habitual concurso de chapoteos.
Andr1u se estrenaba en el lugar,
al igual que Xavi.
Luego pasaron los más veteranos, que saben hasta donde se esconden los salmones.
De Pere no hay foto, pero Dani un poco más y moja, para que todo quedese en familia.
Al final, Bender se alzó con el galardón de mayor chapoteador, que tío.
Y desde el riuet nos fuimos hacia otros cerros desconocidos.
sacando partido del encanto del deshielo para hacernos unos bonitos retratos primaverales.
Claro que siempre hay individuos con una sensibilidad paisajística nula, que solo piensan hacer el tonto con el gas en cuanto se despeja el terreno, como por ejemplo, lo habréis adivinado seguro, el Moncu,
y también el Macarrón. Son de lo que no hay.
Una vez conectamos con el asfalto, Bender optó por llegar al siguente punto de encuentro por lo negro, mientras que el resto nos encaminamos hacia el siguiente trecho offroad.
Una vez se acabó la pista, continuamos por la pradera primero probando suerte con las diferentes veredas abiertas por el ganado, y después zigzagueando por un bosquecillo.
Finalmente, alcanzamos nuestro objetivo:
ç
La verdad es que llegar hasta allí no nos había costado mucho, el avance había sido siempre sobre una meseta. Lo exigente de veras venía a continuación, un descenso sin descanso, largo y empinado. Para empezar, hubo que circular bosque a través unos centenares de metros hasta encontrar algo parecido a una senda.
En su primer tercio el sendero estaba bastante perdido, luego ya mejoró.
La parte final de la bajada consistía en una sucesión de zetas, alguna bastante complicada, donde Pere sufrió una pájara y hubo que echarle una manita con su 250.
Los que íbamos más retrasados, una vez acabado el descenso, optamos por ir directamente hasta el pueblo X, donde Bender nos esperaba desde hacía horas.
Los más rápidos tomaron la delantera y ya no volvimos a verlos. El resto optamos por un retorno suave, con las típica ascensión a Cerverpuig.
y la habitual parada en el lago próximo, donde nos retratamos y echamos un trago.
En la siguiente población importante paramos a comer y a ver las últimas vueltas de motoGP. Alguno hasta se echó una cabezadita.
Y después vuelta por la zona del port del Canuto probando algunas pistas nuevas, donde andr1u acabó prácticamente sin frenos a causa de un retén de horquilla reventado y líquido del freno trasero casi en ebullición. Hubo suerte y pudo llegar hasta el asfalto sin mayor contratiempo.
En general el tiempo nos respetó, las averías mecánicas fueron leves y nadie se hizo daño. No hubo golpes serios, aunque probablemente Pere se situó muy alto en el ránking de caídas acumuladas en 48 horas, menos mal que es un tipo con muy buen humor y supo llevarlo bien. Y eso fue todo. Fin.
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