DÍA 1. GRABOVAC-JAJCE. 330 KMS.
La noche
anterior a la salida todavía no sabía cómo iniciar el viaje. De moral y
forma no andaba bien, tal vez sería mejor comenzar por la costa
siguiendo un recorrido seguramente bastante fácil, así podría ir
adaptándome poco a poco a la moto. Inmediatamente pensé que eso mismo
implicaría superar las etapas más duras precisamente al final, justo
cuando escasearían las fuerzas, gran dilema. En última instancia pensé
que lo sensato sería afrontar los tramos más duros al inicio, ya tendría
tiempo de desinflarme más adelante. El tour balcánico comenzaría en
Grabovac, donde dejé coche y remolque en un camping. Al encargado le
dije que tardaría en volver una semana o tal vez cuatro, que no estaba
seguro de nada. Grabovac, un pueblito donde cada casa ofrece
alojamiento, hay centenares de ellos ordenados por número.
Primer destino: la base aérea abandonada de Zeljava. Imagináos lo divertido que puede ser rodar por un aeropuerto.
Algunas pistas nacían del interior de las montañas.
De
los hangares bunkerizados salía un chorro de aire que te dejaba helado.
Caminar por su interior, vandalizado y en ruinas, no era nada
recomendable.
Tras mucho buscar di con algún vetusto aparato camuflado entre el follaje.
Primer destino: la base aérea abandonada de Zeljava. Imagináos lo divertido que puede ser rodar por un aeropuerto.
Algunas pistas nacían del interior de las montañas.
Tras mucho buscar di con algún vetusto aparato camuflado entre el follaje.
Me consta que hay algún avión más oculto en la zona, pero fui incapaz de
hallarlo. Justo cuando marchaba del aérodromo, di con esta señal de
advertencia. Demasiado tarde.
Y de la base, a la frontera con Bosnia en Prnjavor. En la aduana me hice con unos cuantos marcos convertibles y seguí, siempre por asfalto hasta Bosanski Petrovac donde tomé contacto con las primeras pistas de tierra.
Primero a través de bosques, y posteriormente rodando por planicies más despejadas, pero siempre por caminos rápidos.
Hubo ocasión de parar junto a algún monumento del pasado comunista. Como
norma, dichos monumentos estaban siempre en avanzado estado de ruina,
ya nadie los cuida.
Cerca del final de etapa, entré en la república Srpska, otro territorio dentro de Bosnia-Herzegovina.
Poco después de llegar a Sipovo, el valle donde nace el rio Pliva,
tuve la ocasión de observar la maestría al volante de algunos conductores.
Con el atardecer llegué a las riberas del lago Plivsko y un poco más
tarde a Jajce, donde solo me quedaba buscar el albergue juvenil para
reposar y evaluar positivamente este primer día de viaje: la ruta, la
moto, el paisaje...todo parecía haber funcionado bien. Un buen estímulo
para mi moral.
Aupa Nacho, vaya viaje mas guapo. podria contactar contigo de alguna manera?, estoy pensando en hacer ese viaje y asi igual me puedes dar algun consejo. Me llamo Fernan y soy de La Rioja. Un saludo
ResponderEliminarHola Fernan, estoy en nachoderrape@yahoo.es.
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