DÍA 25. TRILJ - GRABOVAC. 290 kms
Recorrido por zonas planas mayoritariamente, aparentemente con escaso
atractivo, y con el objetivo siempre en mente de llegar a Grabovac antes
de que cayera la noche.
A poco de salir de Trilj ya estaba entre
los charcos y el barro, encajado entre campos de cultivo y un terraplén
de protección (supongo) contra las crecidas del río Cetina.
Lo pasé mal entre el fango deslizante y sufrí hasta que me encaramé al terraplén y pude rodar en seco entre las margaritas.
Más adelante tocó rodar entre hierbas altas
disfrutando siempre de la verde campiña de la Dalmacia interior.
Siguieron más sendas fáciles por suaves colinas,
y alguna rampa más entretenida, pero totalmente asequible para una moto con maletas.
Poco antes del lago Peruca la ruta me llevaba por este camino aparentemente recto.
Yo
quería atajar hasta Bitelic, la aldea del fondo, pero el camino se fue
asilvestrando, aparecieron muros derruidos y también alguna destartalada
barricada. Tuve que meterme varias veces campo a través para sortear
dichos obstáculos, y fue entonces cuando recordé que estaba en un país
donde no son raros los campos minados...
Salí del lío indemne y fui a darme de bruces con un monumento a los caídos en una guerra más antigua. Otro mausoleo decrépito.
Seguí mi rumbo siempre hacia el oeste por las llanuras adyacentes al Dinara, el pico más alto de toda Croacia.
Hasta
que fui a reunirme otra vez más con la memoria de los muertos en la
antiquísima iglesia prerrománica de San Salvador en Cetina.
Y del camposanto, por la vía napoleónica que recorre Dalmacia, hasta las ruinas de este molino sobre el río Krka.
Había que bajar a verlo, ¿no?
Más
bucólico imposible. Quise bañarme, pero las aguas del Krka bajaban
heladas. Al menos la pausa me sirvió para recordar los buenos momentos
pasados aquella mañana por senderos inesperados.
Por la tarde me entraron las prisas. Tenía prevista una ruta interesante por las riberas del río Zrmanja pero me vi obligado a abreviar y tomar más asfalto del deseado para llegar a Grabovac antes de que anocheciera totalmente.
En
cualquier caso, esta última jornada resultó más animada de lo esperado y
me di por satisfecho con el entretenimiento matutino en los senderos.
Finalmente, tras 25 días en moto, estaba (sólo) medianamente saciado de
nuevas aventuras en el camino. Personas, paisajes, averías, minas, lagos, ruinas, cimas, talleres, cervezas, historias, playas, nieves, refugios, puentes, auxilio.... demasiadas emociones: tendré que volver.
FIN
FIN
Enhorabuena por tus blog, tus narraciones y tus vídeos de youtube. He pasado muy buen rato!.. Te dejo el enlace de mi blog, compartimos la pasión off road!
ResponderEliminarhttp://trailextremadura.blogspot.com.es/ Un saludo.
Es mucho lo que compartimos, sin duda. Me temo que voy a tener trabajo leyendo tu extenso blog. He actualizado esta última entrada del viaje a los Balcanes con un enlace al track de la ruta, por si tú o cualquier otro tiene interés en acercarse a aquellos parajes. ¡Saludos!
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