DÍA 22. KOLASIN - NIKSIC. 200 kms
Lo más interesante de esta etapa fue, de largo, el tramo entre Kolasin y
Zabljak, cruzando el macizo de Sinjajevina, una meseta desolada surcada
por innumerables caminos en un entorno siempre verde.
En los valles cercanos a Kolasin se concentraba la actividad humana de la región,
porque una vez en el altiplano, la soledad lo invadía todo.
Encontrabas barracas desvencijadas junto a los escasos sotos que flanqueaban la ruta,
también alguna ermita sumergida entre colinas,
y solo muy de cuando en cuando, algunas granjas con signos de vida.
En fin, unos 70 kilómetros de flow - flujo (estado mental operativo en el cual una persona está completamente inmersa en la actividad que ejecuta) total por las verdes praderas de Montenegro.
Y suele llover también. Suerte tuve de encontrar un refugio cuando más arreciaba el aguacero.
Me lo tomé con calma. Eché un vistazo al mapa,
La tarde se despejó y por pistas fáciles y mucha carreterrilla de tercer orden llegué al cañón de Piva,
y un poco más tarde a Niksic, patria de la cerveza Niksicko. De estas me tomé unas cuantas aquellos días.
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