DÍA 1. SLAVONSKI BROD - BELGRADO. 260 km
El trayecto entre Slavonski Brod y Belgrado
sería finalmente el mango de la sartén de todo el circuito, y habría que
repetirlo a la vuelta. Bien, no era más que un cómodo trecho
básicamente sobre asfalto a través de la llanura que conecta Croacia con
Serbia. No me gusta nada rodar sobre alquitrán ni las capitales, pero
la urgencia por coger la moto de una vez pudo más que mis manías.
Por la mañana acordé con Mladen, el encargado del Moto Klub Brod, la custodia del coche y remolque hasta mi regreso.
-¿Viajas solo? ¿Cuándo tienes previsto volver?
-Calculo algo más de cuatro semanas, depende de la suerte, las averías, el miedo o si me canso antes de tiempo, ya se verá.
-Entiendo, la fortuna es decisiva en un viaje así. Tú por si acaso déjame las llaves del coche. Lo guardaré en una nave el tiempo que haga falta.
Los inicios suelen ser caóticos. Extrañas la moto, el equipaje te balancea en exceso, el gps parece que se atasca, no encuentras el norte y no hay manera de salir de la ciudad, etcétera, hasta que poco a poco todo vuelve a ponerse en su sitio y ya no hay más que dar gas por la planicie cruzando innumerables pueblos camino de la frontera.
Mucha carretera secundaria y unos escasos kilómetros entre bosques. Aburrimiento general.
¡Incluso di alguna curva!
Etapa sosa como pocas, no valía ni para warm-up. Salí de Croacia por la nada transitada aduana de Tovarnik
y tiré millas por territorio Serbio camino de Belgrado. Las carreteras en obras fueron lo único entretenido hasta la capital, en serio, vaya tostón. Bueno, algún letrero divertido me sacó de la monotonía y del letargo asfáltico, pero poco más.
A media tarde ya estaba en Belgrado,
con tiempo suficiente para cambiar euros por dinares, agenciarme un mapa del país y dar una vuelta para disfrutar del ambiente. Qué extraña sensación: llegar de noche al hotel sin estar cansado ni sucio.
Descargar el track
Por la mañana acordé con Mladen, el encargado del Moto Klub Brod, la custodia del coche y remolque hasta mi regreso.
-¿Viajas solo? ¿Cuándo tienes previsto volver?
-Calculo algo más de cuatro semanas, depende de la suerte, las averías, el miedo o si me canso antes de tiempo, ya se verá.
-Entiendo, la fortuna es decisiva en un viaje así. Tú por si acaso déjame las llaves del coche. Lo guardaré en una nave el tiempo que haga falta.
Los inicios suelen ser caóticos. Extrañas la moto, el equipaje te balancea en exceso, el gps parece que se atasca, no encuentras el norte y no hay manera de salir de la ciudad, etcétera, hasta que poco a poco todo vuelve a ponerse en su sitio y ya no hay más que dar gas por la planicie cruzando innumerables pueblos camino de la frontera.
Mucha carretera secundaria y unos escasos kilómetros entre bosques. Aburrimiento general.
¡Incluso di alguna curva!
Etapa sosa como pocas, no valía ni para warm-up. Salí de Croacia por la nada transitada aduana de Tovarnik
y tiré millas por territorio Serbio camino de Belgrado. Las carreteras en obras fueron lo único entretenido hasta la capital, en serio, vaya tostón. Bueno, algún letrero divertido me sacó de la monotonía y del letargo asfáltico, pero poco más.
A media tarde ya estaba en Belgrado,
con tiempo suficiente para cambiar euros por dinares, agenciarme un mapa del país y dar una vuelta para disfrutar del ambiente. Qué extraña sensación: llegar de noche al hotel sin estar cansado ni sucio.
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